Laia es una huérfana que lucha por salvar a su único hermano. Elias es un soldado que lucha por su libertad. Y ambos descubrirán que el Imperio sólo puede vencerse desde dentro...
En un mundo regido por la ley marcial de la Roma Antigua, el precio de la desobediencia es la muerte. Laia y su familia sobreviven en los callejones más pobres, sin cuestionar el orden establecido. Han visto lo que les pasa a quienes se atreven a desafiarlo.
Primero que nada un consejo que doy sobre este libro es no leer la sinopsis original, porque la que he puesto arriba es solo una parte de la misma, pero lo que falta es un GRAN SPOILER.
Una llama entre cenizas es un gran comienzo para esta saga que promete mucho en los siguientes libros. Cuando comenzamos la novela nos situamos en mundo antiguo donde gobiernan el Imperio, él cuál tiene sometido al resto de pueblos y tribus. Un marcial es una persona a la que entrenan, desde bien pequeño (unos 4-6 años), para seguir las órdenes del Imperio y defenderlo. Resumidamente, los convierten en unos asesinos despiadados. Los académicos por su parte, son una parte del pueblo que vive sometida y oprimida por los marciales, quienes llevan la ley al punto más extremo posible.
Se podría decir que viven en una dictadura dirigida por el Imperio y llevada a cabo por los "mascara", pero como todos sabemos, una dictadura necesita una resistencia y en este caso no iba a ser menos. Respecto a la Resistencia, he de decir que no me han acabado de convencer, he visto demasiados secretos entre ellos y muchas cosas a medias.
Risco negro es un lugar conocido por su fama, porque quién atraviesa sus muros no logra volver. Sinceramente es un lugar que no me ha gustado, por tanta norma y tanta prohibición y por sus aspiraciones y convicciones.

Por su parte, Elias es un joven que nada más nacer su madre le abandonó pensando que no volvería a verle. Se crío en una tribu hasta que entró en Risco Negro (en contra de su voluntad). A lo largo de la novela lo vemos debatirse entre lo que debería hacer y lo que tiene que hacer para sobrevivir. Imagino que esto se debe a que conoce las dos caras de la moneda.
También nos encontramos otros personajes secundarios pero importantes igual.
Está Izzy, que se convertirá en un pilar fundamental para Laia y que le ayudará a sobrevivir.
También está Helene, amiga y fiel compañera de Elias desde que entraron en Risco Negro.

El hermano de Laia, Darin, solo lo veremos aparecer al principio, pero estará presente durante toda la novela. Estoy segura de que en el siguiente libro podremos conocer más sobre él.
Keris Veturius, más conocida como la comandante, es una mujer despiadada y sin sentimientos. Me cayó mal desde un primer momento y eso es algo que no ha cambiado.
La trama y el ritmo son constantes, eso es algo que no decae a lo largo de la novela. Nos encontramos muchos momentos de tensión, y todo esto se va incrementando conforme pasas las páginas. Pero aparte de todo lo que se vive en el libro también encontraremos una pizca de romance, y ciertos triángulos amorosos. No puedo explicar más porque sería desvelar parte del libro y no me gusta hacer eso. Solo puedo decir que ha sido una lectura sorprendente con dosis de poder, miedo, tensión, el justo romance, pero sobre todo de superación para los personajes.

Este libro no ha sido para nada una introducción de la trilogía, desde el capítulo uno tenemos acción y a lo largo de la novela nos encontraremos muchas cosas que no llegamos a entender. Es cierto que una vez la has terminado te das cuenta que mientras vas avanzando, son los propios personajes quienes te van contando cosas que te ayudan a entender como han llegado a estar en ese punto. Espero que en la continuación sigamos descubriendo parte de toda la historia que todavía esconde este libro.
Tengo muchas ganas de leer la continuación para saber qué pasará porque el final te deja con cara de póker, preguntándote ¡¿ya está, se acaba así y no hay más?!
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